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Exclusiones en el seguro obligatorio para vehículos

No queremos asustarte, ¿pero sabías que, incluso con un seguro de coche contratado y en vigor, este puede no cubrirte? Aunque estés al corriente en el pago, hayas notificado todos los cambios en el riesgo y, en general, hayas cumplido tu parte, tu aseguradora puede limitar las coberturas de tu seguro en determinados casos. La perspectiva da un poco de miedo, pero te adelantamos que no deberían ser circunstancias comunes, y que pueden evitarse en la mayoría de casos. Sigue leyendo para conocer cuáles suelen ser las exclusiones en el seguro obligatorio para vehículos y, en general, los límites de tu seguro, para que puedas esquivarlos y tener cobertura en todos los casos.

Qué son las exclusiones del seguro obligatorio para vehículos

Las exclusiones del seguro obligatorio para vehículos son una serie de circunstancias y características, ya sea del vehículo o del conductor, en las que el seguro no dará cobertura. En los casos previstos tanto por la ley como en la póliza del seguro, tu seguro podrá no cubrirte, de forma que en la práctica será como si no tuvieras seguro.

Dentro de las exclusiones del seguro obligatorio para vehículos, existen dos grandes grupos: las exclusiones que establece la ley, y las que pueden fijar las compañías en las condiciones de la póliza.

Exclusiones en el seguro obligatorio establecidas por ley

Ya que solo la responsabilidad civil es obligatoria por ley, solo las exclusiones al seguro mínimo obligatorio forman parte de la normativa. Los casos en los que la responsabilidad civil obligatoria no estará cubierta pueden consultarse en el artículo 5 del Real Decreto 8/2004, pero en resumen son:

  • La cobertura de responsabilidad civil no cubre en ningún caso las lesiones ni el fallecimiento del conductor del vehículo causante del accidente. Tampoco la reparación del coche del asegurado ni ninguna de sus posesiones. Esta limitación es la más conocida de la responsabilidad civil obligatoria: el seguro mínimo solo cubre a terceros en caso de que el asegurado provoque un accidente.
  • Tampoco cubrirá posesiones del tomador, asegurado, propietario ni el conductor, ni los del cónyuge de cualquiera de estos, ni parientes hasta tercer grado de consanguinidad.
  • Por último, el seguro tampoco cubrirá ni daños personales ni materiales si roban el coche y tienen un accidente con él.

Exclusiones establecidas por las pólizas

Además de las limitaciones a la ley, las aseguradoras pueden añadir exclusiones en sus condiciones. La limitación para conductores noveles es una de las exclusiones más conocidas y que suele formar parte de las condiciones de todas las aseguradoras.

Con esto no nos referimos a los límites de cada cobertura. La indemnización máxima que ofrece cada aseguradora por coberturas , o que el desgaste de los neumáticos por el uso no esté cubierto, por ejemplo, forma parte de la oferta de cada aseguradora. En su lugar, las exclusiones hacen que la cobertura deje de aplicarse en casos concretos, o que se reduzca porcentualmente.

Ya que las exclusiones son propias de cada compañía, pueden excluir tantas circunstancias como ellos consideren. Sin embargo, hay una serie de exclusiones comunes que encontrarás en cualquier compañía aseguradora, y que veremos a continuación.

Exclusiones del seguro obligatorio: cuándo no te cubre el seguro de coche

Conducir bajo la influencia de sustancias como alcohol, drogas o cualquier estupefaciente

Ninguna aseguradora te dará cobertura si tienes un accidente bajo los efectos de alguna sustancia, como alcohol o drogas. Tras haber tomado cualquier estupefaciente, te encontrarás con tus capacidades alteradas y, según las autoridades, sin capacidad de reacción suficiente para manejar un vehículo de varias toneladas.

Daños producidos a posta, excepto cuando es por necesidad

Excluir los daños producidos de forma intencionada es la principal forma que tienen las aseguradoras de protegerse de los fraudes más graves. Así, si agravas los daños que ha sufrido el coche en un accidente para hacer que el arreglo sea más completo, tu seguro podrá investigar la situación y negarte la cobertura cuando descubran la realidad. Ten en cuenta que, por cada siniestro, las compañías envían peritos para comprobar el estado en que han quedado los vehículos, y evaluar las reparaciones necesarias.

Esta excepción tiene una excepción, que son los daños hechos de forma intencionada, pero por necesidad. Por ejemplo, si te salieras de la carretera mientras conduces por un puente y cayeras a un embalse. Si, para salir, rompes la ventanilla, este se entendería un daño hecho por necesidad para sobrevivir al accidente, así que es un daño necesario, y el seguro lo cubrirá igualmente.

Darte a la fuga tras un accidente

Si, tras causar un accidente, te marcharas sin pararte a comprobar si otros implicados están bien, estarías cometiendo un delito de omisión de socorro. E, igual que el resto de infracciones de la ley que estamos viendo aquí, no estarás cubierto por el seguro.

Independientemente de la gravedad del siniestro, siempre es recomendable parar. Esto te permitirá comprobar que los implicados están bien, y rellenar los papeles del seguro para dar un parte. Y, si es el otro implicado quien se da a la fuga, intenta quedarte con su matrícula o el modelo de coche para poder identificarlo.

Hacer carreras

Las carreras con vehículos especiales realizadas en circuitos habilitados para ello cuentan con seguros específicos para las empresas que las organizan. Una carrera que hagas con tus amigos para probar vuestros coches nuevos no solo no tiene un seguro específico, sino que tu seguro de coche normal no te cubrirá si tenéis un accidente haciendo carreras.

Conducir sin carnet

Para poder conducir, hay que haber pasado un examen teórico y uno práctico que sirven para demostrar que sabes manejarte con un vehículo. Se entiende que quien no haya pasado estas pruebas y no haya obtenido el carnet de conducir, no estará capacitado para conducir en la vía pública

Así, esta exclusión se aplica, sobre todo, a dos situaciones: tenemos, por un lado, a conductores infractores a los que les han retirado el carnet, pero que siguen conduciendo. Por otro lado, están quienes nunca se han presentado al examen de conducir, pero en el momento del accidente se encuentran al volante, tal vez porque estaban dando una clase extraoficial, o porque conducen regularmente

En ambos casos, la aseguradora les excluirá de las coberturas. Y, además, podrán ser sancionados con multas económicas, penas de cárcel, e inhabilitación para sacarse el carnet.

Si sufres un accidente en vías no aptas

Las aseguradoras también limitan o directamente excluyen las coberturas al conducir por vías no aptas y recintos privados. Esto incluye tanto caminos no incluidos en la Red de Carreteras del Estado, como recintos privados como naves industriales, puertos y aeropuertos.

Trasportar más pasajeros de los permitidos, o superar la masa máxima autorizada del vehículo

El clásico del siglo pasado de meter a toda la familia extendida en un coche de cinco plazas es algo poco recomendable de repetir en la actualidad. Además de ser muy poco seguro para los pasajeros, si tienes un siniestro, por leve que sea, tu compañía no te cubrirá.

Lo mismo ocurre si te pasas con el equipaje para tus próximas vacaciones. Exceder la masa máxima autorizada del vehículo es otro de los casos en los que tu seguro no te cubrirá en caso de siniestro. Las aseguradoras funcionan así porque no estás respetando las limitaciones físicas de tu coche, y puede no funcionar correctamente.

En general, cualquier carga que exceda las indicadas en la ficha técnica del vehículo, ya sea por carga o por pasajeros, se encuentra entre las exclusiones del seguro obligatorio para vehículos.

Circular sin ITV

Si dejas pasar la fecha de caducidad de la ITV, no solo la policía puede ponerte inconvenientes. Las aseguradoras consideran que un vehículo sin la Inspección técnica en vigor puede no estar en condiciones para circular. En estas circunstancias, tu vehículo no habrá pasado por el proceso obligatorio para comprobar que, efectivamente, está bien conservado y no tendrás fallos que acaben en accidente.

¿Qué pasa si tengo un accidente en alguna de estas circunstancias?

Tras ver estas exclusiones en el seguro obligatorio para vehículos, te imaginarás que, si tienes un accidente en cualquiera de estas circunstancias, tendrás que ir al taller de los otros implicados con la tarjeta bancaria por delante. Sin embargo, las exclusiones no funcionan exactamente así.

Con la ley en la mano, las aseguradoras no pueden negarse a pagar ni las indemnizaciones ni las reparaciones necesarias tras un accidente, aunque dependan de una cobertura en exclusión. Es decir, que aunque las circunstancias en que has tenido el accidente estén excluidas por las condiciones de tu póliza, el seguro pagará los arreglos y las indemnizaciones.

Lo que tu aseguradora sí que podrá hacer será reclamarte las cantidades una vez pagadas las indemnizaciones, según el artículo 10 de la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor.

Las compañías aseguradoras tienen un plazo de un año para reclamar estas cantidades a los conductores que, por sus características o por sus circunstancias, no estuvieran cubiertas.

Conclusión

Ya conoces cuáles son las principales exclusiones en el seguro obligatorio de vehículos. O, lo que es lo mismo, cuándo no te cubrirá el seguro, bajo ningún concepto. Como hemos visto al principio de este artículo, la mayor parte de circunstancias pueden evitarse siempre y cuando cumplas la ley cuando conduces. No coger el coche después de tomar unas cañas, respetar el peso y las plazas de tu coche, o pararte a ver si hay heridos si tienes el más pequeño choque son pequeñas cosas que pueden evitarte alguna multa, pero también un disgusto con tu seguro.

Y, como siempre, en el comparador de seguros de CHECK24 tienes las mejores tarifas para asegurar tu coche. ¡Compara entre más de 300 tarifas de las principales aseguradoras y empieza a ahorrar en tu seguro!

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.

¿Qué vehículos tienen que tener el seguro obligatorio?

No es sorpresa para nadie que un coche deba seguro para circular, ni tampoco una moto. En el momento que te compras cualquiera de estos vehículos, contratar el seguro entra en la lista de tareas pendientes relacionadas con tu nuevo vehículo. ¿Pero qué ocurre con otros tipos de vehículo? Cada vez hay más formas de movilidad, desde las clásicas bicicletas que ahora incorporan motor a otros tipos de vehículos de movilidad personal. E incluso algo tan normal como un remolque puede generarte dudas sobre si necesitas o no un seguro adicional, o si la póliza de tu coche también te dará cobertura. Sea cual sea el auto que te genere dudas, sigue leyendo para saber qué vehículos tienen que tener seguro obligatorio.

El seguro de coche, obligatorio

Como ya sabrás, el seguro de coche es obligatorio para circular por carreteras españolas (y, de hecho, para tener el coche en la vía pública, en general). Así lo dice el Reglamento del seguro obligatorio de responsabilidad civil en la circulación de vehículos a motor. Este texto legal acota la obligación de tener seguro a los vehículos que pueden circular por la superficie terrestre impulsados a motor, y que necesiten una autorización administrativa para ello.  

Por supuesto, la ley dice que los vehículos que cumplen estas características deben tener, por lo menos, seguro de responsabilidad civil. Cualquier cobertura que supere este mínimo será opcional, aunque siempre será recomendable tener un seguro de coche lo más completo posible y que se ajuste a tus necesidades.

No cumplir con esta obligación y circular sin seguro tiene consecuencias: desde multas de 1.500€ hasta que la grúa se lleve tu coche, pasando porque tengas que pagar de tu bolsillo todas las reparaciones después de un accidente.

¿Qué vehículos tienen que tener el seguro obligatorio?

Ya hemos visto el texto legal que hace obligatorio tener seguro para vehículos que circulan a motor y que necesitan una autorización administrativa para ello.

Los obvios: coches, motos, camiones y autobuses

Si nos hablan de seguro para vehículos, en nuestra cabeza aparecen coches, motos, camiones, autobuses y, en general, todo lo que en general entra en este concepto. Y, de cara a responder qué vehículos tienen que tener el seguro obligatorio, no cabe duda. El seguro de coche será obligatorio para coches, motos, furgonetas y vehículos de transporte profesional, tanto de mercancías como de personas.

Remolques

A la hora de ver si un remolque o semirremolque necesita seguro, puedes pensar que no porque no tiene motor propio. Sin embargo, sí que cumple la otra característica, de necesitar autorización administrativa. Así, para circular con un remolque, necesitas registrar este en tráfico y homologarlo para tu vehículo, lo que después quedará reflejado en la ficha técnica. Esto supone que, si tienes un remolque o semirremolque de más de 750 kilogramos, deberás contar con seguro específico para él. Lo mismo se aplica a maquinaria remolcada, si supera este peso.

Y, por si cabía duda, el texto legal que hemos mencionado antes incluye expresamente los remolques y semirremolques en el ámbito de aplicación, siempre que pasen del peso indicado.

Coches sin carnet o cuadriciclos pesados

Aunque se les llame amigablemente coches sin carnet, necesitarás permiso de moto AM para circular con un cuadriciclo, tanto ligero como pesado. Además, también necesitarás asegurar tu coche sin carnet, ya que cumple los dos grandes requisitos establecidos por la ley: están motorizados y tienen que estar matriculados y tener permiso de circulación.

Minimotos y quads

Este tipo de vehículos recreativos pueden necesitar seguro, o puede ser que no. Dependerá de si están destinados a circular por vías públicas o solo en circuitos cerrados como parte de actividades recreativas.

Así, si tienes un ciclomotor o un quad para pasear los fines de semana, deberá estar asegurado.

Vehículos que no necesitan seguro para circular

Ya sabes qué vehículos están obligados a tener seguro de coche para circular. Y ahora puede surgirte la duda: ¿hay algún vehículo que no necesite seguro? El propio reglamento del seguro obligatorio de responsabilidad civil hace una serie de excepciones, que veremos a continuación. También hay otros vehículos que están en tierra de nadie y pueden generarte dudas, pero también te las aclararemos.

Remolques y semirremolques ligeros

La propia definición de “vehículo a motor” que aparece en la ley indica que se excluyen los remolques, semirremolques y máquinas remolcadas especiales cuya masa máxima autorizada sea de menos de 750 kilogramos. Por tanto, en estos casos no deberás contratar un seguro específico para ellos.

Ojo, porque esta exclusión en la ley no quiere decir que el seguro de tu coche tenga que cubrirte obligatoriamente si llevas remolque. Es posible que, si tu remolque golpea a otro vehículo, o tira una moto aparcada, tu seguro no cubra este siniestro. Consulta las condiciones de tu póliza para comprobar si tu remolque está cubierto en caso de accidente. Y, si resulta que no, busca esta cobertura en tu próximo seguro. El comparador de CHECK24 te da esta información, y mucha más.

Vehículos con vías propias

Aquí la ley se refiere específicamente a ferrocarriles y tranvías. Sería raro que tú tuvieras un vehículo de estas características, pero la ley tiene que ser lo más completa posible para evitar conflictos.

Bicicletas normales y eléctricas

Las bicicletas no deben estar registradas, ni tienen un motor que las propulse a circular. Por tanto, su propio funcionamiento las excluye de esta obligación.

Por otro lado, si hablamos de bicicletas eléctricas, tampoco estarás obligado a asegurarla. Estos tipos especiales de bicis, aunque tengan motor, no funcionan propulsadas por él. En su lugar, su mecanismo eléctrico sirve para aligerar el esfuerzo que necesitas hacer para avanzar. Por tanto, aunque sean un poco diferentes tampoco cumplen los requisitos para necesitar seguro.

Otra cuestión será que quieras asegurar tu bicicleta, ya sea esta normal o eléctrica, para estar prevenido en caso de robo. Este seguro no será obligatorio, pero puede darte mucha tranquilidad.

Sillas de ruedas motorizadas

Aunque las sillas de ruedas eléctricas tengan motor y cuatro ruedas, no entran en la definición de vehículo a motor de cara a tener seguro. Así, las sillas de ruedas no deberán estar aseguradas para circular. De hecho, según un Real Decreto de 1990, se les considera peatones. Y piensa que, si no se les considerara así, deberían circular por la calzada con los coches, con los riesgos que entraña eso.

Patinetes eléctricos y Vehículos de Movilidad Personal

Según la ley española, los vehículos de movilidad personal, que es el nombre oficial de los patinetes eléctricos y otros vehículos de similares características, no tienen consideración de vehículo a motor para fines de movilidad. Más bien serían juguetes eléctricos, u objetos con fines recreativos. Así, su motor limitado a 25 kilómetros por hora y el hecho de que no necesiten permiso de circulación hacen que no se les aplique el Reglamento. Por eso, los patinetes eléctricos no están obligados a estar asegurados para circular, de momento.

Aun así, no te confíes: la DGT ya incluye cambiar la consideración de los MVP en su planificación bianual. Eso quiere decir que, en los próximos dos años, tendrás que buscar seguro para tu patinete, porque si no estarás incumpliendo la ley.

Y, al igual que en el caso de las bicicletas, puede interesarte asegurar tu patinete eléctrico para poder tener una indemnización si te lo roban.  

Vehículos dados de baja

Obviamente, si un vehículo está dado de baja del Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico, será porque no se pretende circular con él, ni dejarlo aparcado en la vía pública. Y, si el vehículo no va a cumplir su función principal, que es circular, no será necesario que tenga un seguro.

Esta exclusión también se aplica a los vehículos dados de baja de forma temporal. Pero teniendo en cuenta que, normalmente, las pólizas de seguros tienen una duración de un año, deberás informarte bien antes de hacer este trámite.

Conclusión

Ahora ya sabes al detalle qué vehículos tienen que tener el seguro obligatorio para circular, y cuáles no. A lo mejor saber esto te ha supuesto un alivio, porque has confirmado que tu bicicleta eléctrica no tiene seguro; o has tenido que ponerte un recordatorio en el calendario, porque próximamente deberás consultar seguros para tu patinete eléctrico.

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.

Qué es el mes de carencia en el seguro del coche

¿Alguna vez te han hablado del mes de carencia de tu seguro de coche? Tal vez lo has oído mezclado con el mes de gracia y confundes un poco estos conceptos. Y sabes que hay un mes (u otro periodo de tiempo) en que tu seguro funciona de forma un poco diferente, pero no sabes exactamente cómo. La realidad es que el periodo de carencia es una especie de defensa de las compañías para evitar el fraude, pero no te deja desprotegido, ya que no equivale a conducir sin seguro. Sigue leyendo para saber qué te supone el periodo de carencia de tu seguro.

Qué quiere decir mes de carencia en seguros de coche

El mes de carencia del seguro del coche es el tiempo entre que se firma el contrato empiezan a aplicarse y todas las coberturas. Como concepto, el periodo de carencia es más habitual en otros tipos de seguro, como por ejemplo los de salud. Sin embargo, también se aplica al seguro del coche.

La Ley del Contrato del Seguro dice que la póliza entra en vigor en el momento en que se firma y se paga la prima. Sin embargo, esto se aplica únicamente a la cobertura de responsabilidad civil obligatoria. Por tanto, las compañías pueden introducir periodos de carencia para el resto de coberturas diferentes a las obligatorias. De esta forma, las coberturas adicionales al mínimo legal obligatorio pueden no entrar en vigor hasta pasado un periodo prudencial.

Y este periodo prudencial lo decidirá tu aseguradora. Puede ser de una semana, 15 días o hasta un mes de carencia. Habitualmente, dependerá de las condiciones de cada compañía y de la modalidad de seguro que hayas elegido.

Relacionado: Cuáles son las modalidades de seguro de coche

El mes de carencia no es el mes de gracia

“Periodo de carencia” y “periodo de gracia” pueden sonar a conceptos parecidos. Y, en ocasiones, se confunden, porque se usan de forma intercambiable. Pero en realidad son cosas muy diferentes entre sí.  

El bulo estrella sobre el seguro del coche es que, si devuelves el recibo del seguro cuando te lo pasen por el banco, tu compañía se dará por notificada de la baja. Esto, que ya de por sí no es cierto y puede meterte en problemas, empeora cuando se añade el concepto del “mes de gracia”.

Así, la sabiduría popular dice que, si no pagas el seguro, tienes un mes de cobertura adicional (“de gracia”) aunque no hayas pagado la renovación. De esta forma, estarías cubierto si tuvieras un accidente en ese periodo de tiempo.

La realidad es que el “mes de gracia” para seguros de coche sí que existe, pero funciona de forma un poco diferente. En general, las aseguradoras entienden que el cliente pueda tener poco dinero en el banco y no sea posible cobrar la renovación. Por tanto, una vez ha pasado la fecha de renovación, y solo si se ha devuelto el recibo, hacen varios intentos de cobrar el seguro. Si se realiza el pago en cualquier momento dentro de este plazo, la póliza se reactivará sin ningún problema, manteniendo la fecha de efecto original.

Es muy importante tener en cuenta que, mientras el recibo no esté pagado, el seguro no estará activo. Es decir, si tienes un accidente, será como si no tuvieras seguro hasta que pagues la prima. El mes de gracia, pues, es el plazo que se dan las aseguradoras antes de anular el seguro definitivamente, pero no es un regalo de coberturas. Y, como ves, poco tiene que ver con el periodo de carencia.  

¿Por qué tiene mi seguro un periodo de carencia?

El principal motivo para introducir un periodo de carencia es que el asegurado no se aproveche de la cobertura e, inmediatamente después, la anule. Imagina que aseguras tu coche a todo riesgo, das un parte de daños propios y arreglas desperfectos que tenías de antes, e inmediatamente después anulas la póliza, aprovechando uno de los pocos supuestos en los que sería posible. Esto supondría un gran problema para cualquier aseguradora, así que harán lo que puedan para garantizar que ninguno de sus clientes puede hacerlo, ni por disponibilidad de coberturas ni porque les pasen desapercibidos los daños de tu coche.

Por este mismo motivo, las compañías suelen aprovechar el periodo de carencia para peritar los vehículos. Así, si contratas cualquier seguro diferente a un terceros básico, la aseguradora podrá hacerte una póliza a terceros de forma provisional hasta que comprueben el estado del coche. Esta comprobación podrán hacerla de forma presencial, citándote en un taller o enviando a un perito a tu dirección; o de forma telemática, pidiéndote que les envíes unas fotos del estado actual de tu coche. Da igual la opción que usen, una vez comprueben el estado de tu coche, todas las coberturas que tuvieras contratadas entrarán en vigor.

¿Cómo me afecta el periodo de carencia?

Si el periodo de carencia te bloquea provisionalmente algunas coberturas, puedes preguntarte si estás realmente protegido. Sin embargo, la carencia no equivale a no tener seguro. Simplemente hace que algunas coberturas no funcionen durante unos días.

¿Pero cómo funciona esto realmente? Si tienes un accidente durante el periodo de carencia de tu seguro, tu cobertura a terceros funcionará normalmente. Si eres el conductor culpable del siniestro, tu cobertura de responsabilidad civil se hará cargo de los daños sufridos por terceros. Y, si el culpable es otro conductor, será su seguro el que pague el arreglo de tu coche y la asistencia médica que necesites.

La situación será diferente al salirnos de la cobertura de responsabilidad civil básica. Así, si das un parte de daños propios, el periodo de carencia sí te afectará. Por tanto, en el ejemplo anterior del accidente, si tienes seguro a todo riesgo no te cubrirá la reparación de los daños propios, ya que técnicamente todavía no tienes esa cobertura.

Sin embargo, no hay una regla exacta de a qué coberturas les afecta el periodo de carencia y a cuáles no. Deberás leer las condiciones de tu póliza para saber si tu seguro tiene carencia, y durante cuánto tiempo.

Caso especial: riesgos extraordinarios

Además del periodo de carencia que aplique tu seguro, existe otra carencia que se aplica a todas las pólizas de auto. Como ya sabes, en casos de riesgos extraordinarios como inundaciones, terremotos o actos de terrorismo, el Consorcio de Compensación de Seguros será quien te cubra los daños. Con tu póliza, pagas una pequeña cantidad a esta institución, para este tipo de situaciones.

Sin embargo, la ley que regula los Seguros de Riesgos Extraordinarios indica que no se dará cobertura a pólizas cuya fecha de emisión o de efecto sea inferior a siete días a la producción del siniestro. Esta condición, sin embargo, solo se aplica a los casos en que el coche no sea nuevo y no lo tengas asegurado porque hayas dejado “caducar” el seguro anterior sin contratar otro.

Mes de carencia del seguro: Conclusión

El mes de carencia de tu seguro del coche es un método que usan las aseguradoras para protegerse del fraude. Mientras dure, estarás cumpliendo la ley, ya que no dejas de tener seguro, pero tu cobertura será algo limitada.

Comparar seguros es la manera más cómoda, rápida y barata de encontrar el seguro que más se adapte a tus necesidades. A través del comparador de CHECK24 podrás realizar toda esta gestión de forma fácil y cómoda. Aprovecha y revisa el precio de la póliza de tu coche y, ¡empieza a ahorrar!

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.

¿Hay diferencia entre seguros a todo riesgo y a terceros ampliado?

Si vas a contratar un seguro para tu coche y estás considerando diferentes modalidades, habrás visto que no tienes por qué asegurar solo el mínimo legal. Incluso si te decantas por un seguro a terceros, también puedes añadir garantías opcionales. Cobertura de lunas, indemnización ante robo e incendio, vehículo de sustitución… Todas estas y muchas más son añadidos que puedes incorporar a un seguro a terceros para hacerlo más completo. Y, llegado cierto punto, puedes llegar a preguntarte si hay alguna diferencia entre un seguro a todo riesgo y un terceros ampliado con todas las coberturas adicionales que te ofrece la aseguradora. Pero te adelantamos que hay grandes diferencias, y que todas ellas hacen que merezca la pena tomar la decisión con cuidado. Si estás en esta situación, sigue leyendo, porque aquí te explicamos qué distingue una modalidad de otra, y te ayudamos a decidir qué seguro te interesa más.

Diferencia entre un seguro a todo riesgo y uno a terceros ampliado

La diferencia más fácil de ver entre un seguro a todo riesgo y un terceros ampliado, y que seguro que ya tienes en cuenta, es el precio. Dependiendo de la compañía, la diferencia entre el precio de un seguro a terceros y un todo riesgo sin franquicia puede ser de más del doble. ¿Y de dónde viene esta diferencia tan abismal?

Para entender la disparidad en el precio, debes pensar como una compañía aseguradora. Estas, al igual que cualquier otra empresa, buscarán la rentabilidad. Y, en el sector de los seguros, los clientes que más beneficio dejan son esos que solo necesitan reparaciones de forma ocasional. Por supuesto, un cliente con un gran historial de siniestros resultará más caro para la aseguradora, y esta le penalizará con el sistema bonus/malus. Pero otro factor muy importante serán las coberturas contratadas. Esto supone que, cuantas más coberturas tenga un seguro, más amplio será el abanico de posibilidades en los que la compañía tendrá que pagar el arreglo de tu coche u otros daños materiales.

Así, la aseguradora debe buscar el equilibrio entre las garantías que te ofrece y el gasto que les supondrá tenerte asegurado. Por tanto, los seguros a todo riesgo suelen ser los más caros, pero lo son porque tienen garantías específicas que marcan la diferencia entre esta modalidad y un terceros. Y la cobertura estrella del todo riesgo es la de daños propios.

La cobertura de daños propios, principal diferenciador

Puede que, en alguna ocasión, alguien de tu entorno haya tenido un pequeño choque, o haya hecho un rayón a su coche, y te haya dicho “bueno, no pasa nada, lo tengo asegurado a todo riesgo”. Esta tranquilidad ante algo que a todos nos produciría angustia viene de la cobertura de daños propios, que es específica del seguro a todo riesgo. La cobertura de daños propios te protegerá en los siguientes casos:

  • Cuando des un parte con culpa.
  • En casos de vandalismo contra tu coche.
  • Si tienes un siniestro, y el culpable se de a la fuga.
  • Al hacer un rozón a tu coche maniobrando.
  • Caídas de rayos, granizo o pedrisco.
  • Si socorres a víctimas de un accidente, el seguro a todo riesgo también cubre la limpieza de la tapicería.

Algunos de estos supuestos pueden añadirse a un terceros ampliado, como es el caso de los daños por fenómenos meteorológicos. Sin embargo la gran mayoría, y los que precisamente dan valor al seguro a todo riesgo, son exclusivos de esta modalidad.

Coberturas ya incluidas

Además de la cobertura de daños propios que es exclusiva de esta modalidad, el precio de los todo riesgo ya incluye coberturas que son opcionales en el seguro a terceros y, en el caso de los segundos, habría que pagar una prima superior por ellos. Tal es el caso de la asistencia en viaje ampliada, cobertura de lunas, incendio, defensa jurídica o daños producidos por animales cinegéticos.

Diferentes cantidades de indemnización

La otra gran diferencia entre un seguro a todo riesgo y un terceros ampliado son las cantidades de indemnización que te corresponden en caso de siniestro total, robo o incendio. La indemnización que te pagarán en cualquiera de estos casos queda fijada en el momento en que contratas tu seguro por primera vez, pero debes tener en cuenta que la cantidad cambia con el paso los años.

Aquí entra en juego el concepto de valor venal del coche, que es lo que vale el coche en el momento inmediatamente anterior al siniestro. Los coches se deprecian desde el momento en que salen del concesionario, y las aseguradoras reflejan esto en las indemnizaciones.

Un seguro a todo riesgo, pues, te indemnizará con el valor de nuevo del coche, pero no para siempre. Lo más normal es que pase a valor venal en el segundo o tercer año desde la matriculación del coche. Y, como ya hemos visto, ese valor venal va disminuyendo con los años, en función de la depreciación del coche.

Cuándo te interesa cada modalidad

Hemos hablado primero del precio como diferencia entre modalidades porque es el factor que más se suele tener en cuenta. Sin embargo, las diferencias entre coberturas e indemnizaciones también son un factor de peso. Así, aunque el gasto anual que supone el seguro es un factor muy importante, no debería ser el único que tengas en cuenta.

Para coches nuevos, recién salidos del concesionario, el seguro a todo riesgo suele ser la mejor opción. Tanto porque el seguro se hará cargo de ese primer arañazo que tanto duele, como por las jugosas indemnizaciones en caso de pérdida total, la modalidad más completa suele ser la más apropiada. Además, hay algunos casos en los que será recomendable el seguro a todo riesgo.

  • Si no has pagado el coche al contado sino que lo has financiado, un requisito habitual de los planes de financiación es que se contrate un seguro a todo riesgo.
  • En caso de que aparques en la calle. En ese caso, es más probable que el coche sufra un siniestro en parado y puedes necesitar la cobertura de daños propios.
  • Si recorres muchos kilómetros a lo largo de

Sin embargo, según envejezca tu coche, el seguro a terceros pasará a ser mejor opción. El principal motivo para esto será que las indemnizaciones por pérdida total ya no serán tan elevadas. Al fin y al cabo, y por mucho que hayas cuidado tu coche en los últimos años, ya no estará en las mismas condiciones que recién salido del concesionario, y se habrá devaluado.

Pero, por otro lado, el paso de una modalidad a otra te supondrá un coste más económico. Además de la diferencia de precios entre el todo riesgo y el terceros, en el caso del segundo es posible ahorrar eliminando coberturas que no necesitas. Así, si por ejemplo retiras la cobertura de animales cinegéticos si solo circulas por ciudad puedes ahorrar año a año.

Como término medio, el todo riesgo con franquicia

Incluso si ya no optas a indemnizaciones por el valor de nuevo, la posibilidad de que tu seguro se haga cargo de los daños propios sigue siendo interesante. O tal vez los seguros a todo riesgo para tu coche nuevo se te van de presupuesto. En cualquiera de estos casos, puedes querer tener el seguro más completo posible, pero mantener el precio bajo. Si este es tu caso, tal vez te interese la modalidad a todo riesgo con franquicia.

Añadir una franquicia a tu seguro a todo riesgo hace que la prima anual sea más barata, en algunos casos tanto como un seguro a terceros. A cambio, tendrás que pagar una parte de las reparaciones de tu coche, tanto en caso de accidente con culpa como al dar partes de daños propios.

Sin embargo, puede ser que la franquicia no interese a todo el mundo. Así, si haces muchos kilómetros con el coche, si lo aparcas en la calle, o, por el motivo que sea, sueles dar muchos siniestros a lo largo del año, lo que pagues de franquicia aumentará y acabará siendo mucha cantidad. En definitiva, la fórmula que hace los seguros a todo riesgo más baratos podría volverse en tu contra y que acabes pagando más a lo largo del año que si hubieras elegido un seguro a todo riesgo con franquicia.

Diferencia entre un seguro a todo riesgo y uno a terceros: conclusión

Aunque los seguros a terceros ampliados más completos pueden rivalizar con cualquier todo riesgo que se precie, siguen sin tener las mismas coberturas. La principal diferencia entre un seguro a todo riesgo y un terceros ampliado siempre será la cobertura de daños propios, que es exclusiva de la primera modalidad. Pero otros factores, como las indemnizaciones por pérdida total o por el precio mismo, también son importntes.

Ahora, con esta información, puedes decidir cuál de estas modalidades se ajusta más a ti y a tu ritmo de vida. Y, en el comparador de seguros de CHECK24, podrás filtrar precios por la modalidad del seguro y consultar las coberturas, para que a tu nuevo seguro no le falte nada.

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.

¿El seguro a todo riesgo cubre arañazos?: Todo lo que debes saber

Ver en tu coche un roce o arañazo es una situación nada agradable. Es cierto que no afecta al rendimiento del vehículo, es puramente un asunto estético, pero muy visible. Además, puede que no influya en los componentes, pero sí en el precio sobre todo si estás pensando en venderlo en un futuro. 

Pero ante esta situación hay una buena noticia y es que el seguro a todo riesgo cubre arañazos, así que si tienes esta modalidad de seguro, es posible que entre sus coberturas encuentres las apropiadas para reparar el desperfecto en el chasis de tu vehículo.

Qué hacer si te rayan el coche

Si descubres que te han rayado el coche, la primera reacción es siempre el enfado. Es algo completamente normal, pero también es importante no hacer nada precipitado. Te indicamos los mejores pasos para que la reparación te cueste lo menos posible

  1. Aunque el primer impulso es arrancar el coche e irte del lugar, no lo muevas en absoluto, déjalo donde está. 
  1. Tómate tu tiempo para documentar el estado actual del coche. Revisa su estado por completo, toma anotaciones y haz fotos de las zonas donde localizas rayones y golpes. 
  1. Comprueba si hay una nota. En muchas ocasiones, sobre todo cuando el desperfecto se ha producido por contacto de otro coche, se deja una nota con los datos para que cuando el propietario regrese, pueda localizarle. Al fin y al cabo, estos siniestros entran dentro de las coberturas por responsabilidad civil y su seguro puede encargarse de ello perfectamente. 
  1. Si no es el caso, también puedes buscar testigos, es decir, alguien que haya podido ver lo que ha sucedido y que te ayude a identificar al culpable. 
  1. En la situación de que dependas exclusivamente de tu seguro a todo riesgo, es posible que cubra los rayones o golpes recibidos. Te ayudamos a aclarar tus dudas con la siguiente información: 

¿Cómo puedo dar parte al seguro por arañazos?

Dar parte al seguro en caso de sufrir en el coche arañazos depende de varios factores, sobre todo de los siguientes: 

  • Si el culpable ha sido identificado o no. 
  • Si tienes seguro a terceros o a todo riesgo. 

¿El autor del arañazo ha sido identificado?

Si sabes quién ha sido el causante del arañazo o del desperfecto en el vehículo y puedes localizarlo (por ejemplo, si ha dejado una nota), lo más sencillo es rellenar un parte amistoso y notificar al seguro con total normalidad. 

Pero si desconoces al autor, lo que tendrás que hacer es notificar al seguro este incidente y comprobar si la reparación entra o no entre las coberturas

Ten en cuenta que, al no haber otro conductor responsable del siniestro, tendrás que asumir dicha responsabilidad y las coberturas deberán ir asociadas a la reparación de daños en el propio vehículo. No todos los seguros las incluyen. 

Dar parte por arañazos según tu seguro del coche

Si no sabes quién es el autor del arañazo y tienes un seguro de coches a terceros, lamentablemente no cubrirá la reparación. Por tanto, tendrás que asumir el 100% del coste que suponga si quieres recuperar la estética original del vehículo. 

Ahora bien, si tienes seguro a todo riesgo, puedes acogerte a la cobertura de daños propios, disponible tanto si es un seguro con franquicia como sin franquicia. 

Lo importante es que contarás con esa cobertura para abonar el 100% del coste de la reparación (sin franquicia) o bien dicha cantidad menos la que tengas acordada por contrato que será de tu responsabilidad (con franquicia). 

Sin embargo, hay exclusiones que no entran en las coberturas de ningún seguro, incluso en los de todo riesgo: 

  • Rayones hechos por el conductor de forma voluntaria. 
  • Desperfectos que deriven de negligencias o de un mal mantenimiento. 

¿Influye en el precio de tu seguro dar parte por un arañazo?

Ahora que sabes que cubre el seguro a todo riesgo los arañazos, también es importante tener constancia de que sigue siendo un parte que se comunica a la aseguradora. 

Todo siniestro, incluyendo uno relativo a daños propios, suele tener su repercusión en el precio del seguro, por lo que de forma inevitable en la siguiente póliza este siniestro va a suponer un incremento del coste (si no tenemos en cuenta otros posibles factores que jueguen a tu favor). 

Ahora bien, hay situaciones excepcionales: 

  • Si el autor es identificado, entonces el siniestro se asocia a su seguro, que es el que debe asumir la responsabilidad del coste de la reparación por completo. 
  • Si el daño es por vandalismo o el autor se ha dado claramente a la fuga, algunas aseguradoras pueden considerar que no es de tu responsabilidad como conductor y que no debe afectar ese siniestro al precio de tu seguro en el siguiente cobro. 

En cualquier caso, si el seguro a todo riesgo cubre rayones es preferible aprovecharlo, para así mantener tu vehículo en perfectas condiciones tanto por dentro como por fuera. Sobre todo, si hablamos de la modalidad sin franquicia, ya que en un seguro con franquicia los arañazos pueden suponer un gasto elevado. 

Esta última modalidad de seguro a todo riesgo implica que te haces responsable del pago de cierta cantidad de una reparación. Ahora bien, esa responsabilidad recae por cada zona que deba repararse. 

Por tanto, si el arañazo afecta a una puerta, a la siguiente, al capó y/o al techo, al final tendrás que asumir la cantidad acordada para cada una de las zonas a reparar. Esto incrementará de forma importante el coste que debes asumir. 

Por si lo dudabas, aunque se trate de un seguro a todo riesgo con franquicia, un parte de siniestro por daños propios también puede implicar un incremento del precio de la póliza como sucede con la modalidad sin franquicia.

Arregla los arañazos del coche con un seguro a todo riesgo 

Los seguros de coche a todo riesgo tienen la ventaja de poder hacer frente a situaciones como un rayón o incluso un golpe en el chasis de nuestro vehículo y que la aseguradora se encargue del coste de la reparación. Pero ya has visto que algunas compañías repercuten el siniestro en el importe de la siguiente póliza. 

Aprovecha el comparador de precios de CHECK24 y encuentra los seguros que mejores condiciones te ofrecen para este tipo de reparaciones, que además sean benevolentes con el precio de la póliza, aunque tramites un parte por daños propios. 

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.

¿Cómo funciona un seguro a todo riesgo con franquicia?

Si te vas a comprar un coche nuevo y estás estudiando las opciones para asegurarlo, seguro que no tienes ninguna duda acerca de la modalidad que vas a elegir. Tu entorno, en el concesionario e incluso tú en ocasiones pasadas has repetido el mantra de que el seguro a todo riesgo es lo mejor para un coche nuevo. Sin embargo, al comparar online se te presentan dos grandes grupos de opciones: los todo riesgo con franquicia, y los que no tienen franquicia. Y, lo que es peor todavía: el precio de los primeros es mucho más bajo. Tanto, que no puedes ignorarlos como opción, aunque no sepas del todo bien cómo funcionaría dar un parte en esta modalidad. Para ayudarte, en CHECK24 vamos a repasar cómo funciona un seguro a todo riesgo con franquicia. Además, te daremos algunas pistas sobre cuándo será la modalidad más interesante.

El seguro a todo riesgo con franquicia

Qué es un seguro a todo riesgo es algo que entendemos todos, en mayor o menor medida. En esta modalidad, también los daños que hayas causado tú correrán a cargo de la aseguradora. Estas coberturas tan completas suponen, sin embargo, que sean también los seguros más caros. Pero, como término medio, aparece el seguro todo riesgo con franquicia.

Así, los todo riesgo con franquicia suelen tener las mismas coberturas que le todo riesgo sin ella. La principal diferencia entre ambas modalidades será, además del precio de la prima, ese concepto de “franquicia”, que te explicamos a continuación.

¿Qué es una franquicia en una póliza de seguro?

Ya en otras ocasiones hemos explicado qué es una franquicia en una póliza de seguro, ya que es una duda muy habitual entre quienes no tienen experiencia con los seguros a todo riesgo.

A modo de resumen, la franquicia en una póliza de seguro será una cantidad de dinero que pacten entre la aseguradora y el asegurado. Así, si el asegurado da un parte con culpa, el seguro a todo riesgo cubrirá su reparación, con una peculiaridad: el asegurado deberá pagar parte de lo que cueste la reparación. Y, la parte que le corresponda pagar será, como máximo, la franquicia que esté fijada en la póliza, y que como tal esté indicada en la documentación de su seguro. Así, si el coste de la reparación es inferior a la franquicia, asumirás todo el coste. Sin embargo, si cuesta más el arreglo que lo que tú pagarás por la franquicia, el seguro se hará cargo de la diferencia.

Como te puedes imaginar, el precio de la prima y la cantidad de la franquicia irán relacionadas. Así, cuanto mayor sea la franquicia, más puede bajar el precio anual de tu seguro. Sin embargo, y como vemos a continuación, asumir una franquicia alta puede no merecerte la pena en todos los casos.

¿Qué significa todo riesgo con franquicia de 200, 300 o 600 euros?

Imagina que tienes un seguro a todo riesgo con franquicia y sufres un accidente porque te incorporas a una vía principal sin mirar. Como resultado, el morro de tu coche ha quedado visiblemente dañado. Por suerte, el golpe no ha llegado al motor, pero igualmente la grúa se lleva tu coche para que arreglen el desperfecto. Por suerte, se hará cargo tu seguro a todo riesgo, ¿verdad?

Una vez arreglados los papeles con el seguro y con tu coche ya de vuelta a su ser, llega el momento de abrir la cartera. Aquí es donde haber pactado una cantidad como franquicia u otra se hará notar.

Así, si tu franquicia es de 200 € y la reparación asciende a 500 €, tú pagarás esos primeros 200 €, y los 300 € restantes correrán a cargo de tu aseguradora. Sin embargo, si la franquicia es de 600 €, la reparación correrá completamente de tu parte, porque sigues en el rango que te corresponde pagar a ti. En este segundo caso, y aunque el precio anual de tu seguro puede haber sido muy económico, lo que has acabado pagando finalmente resulta elevado, tal vez incluso más que un todo riesgo sin franquicia.

La franquicia y el tipo de parte

Además de las cantidades que hayáis pactado, el tipo de parte que des también influirá en cómo funciona el seguro a todo riesgo con franquicia. Así, la posibilidad de dar partes por daños propios es uno de los puntos fuertes del seguro a todo riesgo. Sin embargo, la forma en que funciona la franquicia en ellos puede hacer que sea menos interesante.

Cómo funciona un seguro a todo riesgo con franquicia con un parte con terceros

Dar parte con terceros en el que tengamos la culpa es, tal vez, la opción más conocida. Para estos casos, deberás pagar la franquicia sólo una vez y como hemos visto hasta ahora. Así, si el precio del arreglo es inferior a tu franquicia, pagarás el arreglo entero. Pero, si lo pasas, tu aseguradora pagará la diferencia.

Como te imaginarás, si resulta que el culpable es el otro conductor implicado, en ese caso será su seguro de responsabilidad civil el que se haga cargo de tu reparación. En este caso concreto, dará igual si tienes seguro a todo riesgo o a terceros.

Cómo funciona un seguro a todo riesgo con franquicia con un parte de daños propios

La otra opción es que quieras dar un repaso a tu coche después de un tiempo circulando con él, o que quieras arreglar todos los desperfectos antes de cambiar el seguro de todo riesgo a terceros. Sea cual sea el motivo por el que lo notificas, a esto se le llama parte por daños propios. Así, la forma en cómo funciona el seguro a todo riesgo con franquicia aquí se complica ligeramente.

Para este tipo de reparaciones, tu aseguradora considerará el vehículo por zonas, hasta un máximo de cinco. Así, imagínate que quieres pintar el techo porque tu coche duerme en la calle, y también arreglar unos rozones de la puerta del copiloto, que sueles tener más maltratada porque todavía no le has cogido las medidas al coche por ser nuevo. En este caso concreto, cada arreglo se refiere a una zona diferente. Como tal, tu pagarás la franquicia dos veces o, lo que es lo mismo, una vez por zona.

En el ejemplo que hemos puesto, el seguro a todo riesgo con franquicia sigue siendo rentable, ya que pintar el coche suele ser una reparación costosa. Sin embargo, en otros casos puede salir incluso más a cuenta reparar los desperfectos por nuestra cuenta y no notificar al seguro. Al fin y al cabo, el importe de la franquicia supondrá que te hagas cargo de gran parte de la reparación. Además, el hecho de dar este parte puede influir en tu precio de renovación para el año siguiente.

¿Por qué contratar un todo riesgo con franquicia?

Llegados a este punto puedes pensar que un seguro a todo riesgo con franquicia no es una modalidad rentable. Al fin y al cabo, ¿qué sentido tiene asegurar el coche a todo riesgo, si al final vas a pagar la reparación igualmente? Pero la realidad es que el seguro a todo riesgo con franquicia es una opción muy interesante. Su valor reside, principalmente, en el precio de la prima anual, y en especial para determinados perfiles de tomador:

  • Si mueves poco el coche. En este caso, es estadística pura: Si tu coche pasa toda la semana aparcado y solo lo usas para hacer alguna excursión los fines de semana o en caso de emergencia, la posibilidad de sufrir un siniestro será muy reducida. Así, te beneficias de la seguridad de tener el coche asegurado a todo riesgo por lo que pueda pasar, pero por un precio mucho más competitivo.
  • Para quienes tienen un historial de siniestralidad impecable. Si eres una persona muy cauta al conducir y no has dado ningún parte al seguro en varios años, puedes contratar un todo riesgo con franquicia con la seguridad de que muy raramente tendrás que pagar esta cantidad por reparación.
  • Si buscas un incentivo adicional para ser cuidadoso en tu conducción. Para quienes se deciden a asegurar su coche a todo riesgo con franquicia, la posibilidad de realizar ese desembolso adicional es un motivo adicional para no descuidarse al volante.

De la misma forma, también podemos decir que, si haces muchos kilómetros y además has dado varios partes con culpa en los últimos años, tal vez el seguro a todo riesgo con franquicia no sea para ti. Así, por mucho que el precio anual sea muy barato en comparación con el todo riesgo normal, la probabilidad de tener que reparar tu coche y asumir el coste de la franquicia será demasiado alta como para arriesgarse.

¿Cómo sé si el seguro a todo riesgo con franquicia es para mí?

Una buena forma de saber si te conviene el seguro a todo riesgo con franquicia es calcular cuánto dinero has gastado en reparar tu coche en los últimos años. Si la media por año te sale más o menos por el precio de la franquicia, eso significará que no ahorrarás nada, por lo que será mejor que consideres otras opciones.

Yendo más allá, si lo que gastas en talleres anualmente lo sumas al precio que pagas por tu seguro, y el resultado final es superior al precio que te dan por un seguro a todo riesgo normal, tal vez te interese más la modalidad sin franquicia. Sin embargo, antes de tomar esa decisión deberás comprobar el resto de coberturas que te ofrecen, entre ellas las indemnizaciones por pérdida total del vehículo. No te olvides de que, según envejece tu coche, menos favorables serán las indemnizaciones por siniestro total, robo e incendio.

Seguro a todo riesgo con franquicia: conclusión

Si has llegado hasta aquí, ya tienes una buena idea de cómo funciona un seguro a todo riesgo con franquicia, y la balanza se habrá inclinado hacia esta modalidad, o hacia el todo riesgo normal. La realidad es que solo tú conoces tus circunstancias y el seguro que mejor se ajusta a ellas, y por eso más que nunca, la información es poder.

Y, en el comparador de seguros de coche de CHECK24, podrás filtrar las ofertas para tu seguro en función de las coberturas incluidas, para que sepas en todo momento que estás contratando exactamente lo que necesitas sin pagar de más por ello.

¿Cuánto me dan por mi coche siniestro?

La posibilidad de que declaren tu coche como siniestro total no es plato de gusto para nadie, pero es una posibilidad que siempre está ahí. Por suerte, casi seguro tienes un seguro que te cubre la pérdida total del vehículo en diversas situaciones con una indemnización. Sin embargo, ¿cuánto te correspondería? En este post te ayudamos a resolver las dudas ¿cuánto me dan por mi coche siniestro? y ¿cómo calcular el valor de un coche siniestrado?. Además, te echamos una mano para que entiendas el criterio de tu aseguradora a la hora de cubrir la reparación o indemnizarte por pérdida total del vehículo.

Qué significa “siniestro total”

Todos entendemos este concepto en mayor o menor medida. Si nos dicen “su coche quedó siniestro total después del accidente” nos imaginamos un amasijo de hierros, cristales rotos y alguna rueda fuera de su eje. El siniestro total se presenta en nuestra cabeza como fruto de un accidente gravísimo, ya que este suceso es lo que dejará nuestro coche inutilizado, hasta el punto de que resulte imposible de recuperar. Y, en líneas generales, para accidentes en los que el coche ha sufrido desplazamientos del motor, se ha dañado el chasis, han saltado los airbags, o han quedado calcinados, lo más probable es que se considere siniestro total sin mayor duda.  

Sin embargo, la realidad es que la política de cada seguradora para declarar un coche como siniestro total varía. En general, y salvo para accidentes muy graves en los que no cabe duda, la forma de proceder del seguro será peritar el coche siniestrado, estimar el coste de repararlo y, en función a eso, tomar la decisión.

Así, si tu coche tiene menos de un año de antigüedad y está asegurado a todo riesgo, lo más probable es que tu seguro te pague la reparación en la mayoría de casos. Piensa que, casi seguro, tu seguro a todo riesgo te indemnizaría por el valor de nuevo de tu coche si este fuera declarado siniestro total. Esto supondría que te dieran la misma cantidad que pagaste originalmente, menos los accesorios que no tenías declarados. Para la aseguradora esto resulta muy caro, en comparación con pagarte una visita al taller.  

Sin embargo, la cosa cambia si tu coche tiene, por ejemplo, 5 años. En este caso, lo tengas asegurado a todo riesgo o a terceros, la indemnización que te corresponderá por siniestro total será el valor venal, o el valor venal mejorado como mucho. Si no te suenan estos conceptos, te adelantamos que el valor venal puede ser dramáticamente inferior al precio de nuevo. En este caso, tal vez tú consideres que el coche tiene fácil arreglo, pero aun así tu aseguradora te informará de que el coche ha sido declarado siniestro total y te indemnizará.

Dependiendo de la aseguradora, considerarán tu coche como siniestro total cuando el coste de la reparación supere entre el 75 y el 100% del valor venal que tenga reconocido en ese momento. Así, en coches muy antiguos, llegar al siniestro total es mucho más fácil de lo que crees.

Cómo se ha producido el siniestro importa

Desde un terceros ampliado hasta el todo riesgo más completo, incluyen indemnizaciones por siniestro total y por pérdida total del vehículo. Sin embargo, debes leer la letra pequeña, porque la forma en que el coche ha quedado inutilizado influye tanto como la modalidad y la antigüedad para saber cuánto te darán por tu coche siniestro, o si te dan algo en general.

Así, si el siniestro lo produces tú y tu seguro es a terceros o a terceros ampliado, no te corresponderá indemnización de ningún tipo por el coche. La cobertura de daños propios es exclusiva del seguro a todo riesgo. Sin embargo, si el siniestro total se produce en un accidente en el que el culpable es otro, será su seguro el que te indemnice. Y, si el culpable no tenía seguro, se hará cargo el Consorcio de Compensación de Seguros.

El concepto de siniestro total también se aplica en los casos de robo total o incendio del coche. Al fin y al cabo, estos dos supuestos también suponen una pérdida total del vehículo. Además, y a diferencia de la cobertura de daños propios, las de robo e incendio se pueden incorporar en un terceros ampliado.

Así, si te ves en situación de perder tu coche por cualquiera de estos dos motivos, tu seguro incluye específicamente qué indemnización te corresponde para estos casos: si valor de nuevo, de mercado o venal. Sin embargo, y antes de cantar victoria, debes asegurarte de que no te encuentras en una exclusión y que, efectivamente, te corresponde indemnización.

Cómo calcular el valor de un coche siniestro

Resolver con exactitud la duda de cuánto me dan por mi coche siniestro es complicado, ya que habitualmente este varía entre aseguradoras. En general, estas usan las tablas GANVAM, elaboradas por la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos sobre la depreciación de los modelos en el mercado. Y, como te puedes imaginar llegados a este punto, no son de consulta pública.

Sin embargo, Hacienda también publica anualmente unas tablas con el valor mínimo de un vehículo en el mercado de segunda mano. La función principal de estas tablas es servir como mínimo para el pago de algunos impuestos. Sin embargo, también resultan un buen punto de partida para saber cuánto vale ahora mismo tu coche en el mercado, teniendo en cuenta su depreciación.

¿Cuánto me dan por mi coche siniestro?

Como ya hemos dicho, si tienes seguro a todo riesgo y tu coche es nuevo, tu coche debe estar muy dañado para que recibas indemnización. Si aun así resulta irrecuperable, te corresponderá el valor de nuevo. Como alternativa, tu aseguradora puede ofrecerte sustituir tu coche siniestro por uno con las características que tú tenías asegurado.

Si tienes el coche asegurado a terceros, te corresponderá el valor de mercado o el valor venal, dependiendo de tu póliza. Si quieres hacerte una idea de lo que te indemnizarán, revisa las tablas de Hacienda que mencionábamos antes.

¿Y qué pasa con los restos del coche?

Al pensar en cuánto te dan por un coche siniestrado, es habitual centrarse en la indemnización económica y olvidarse del resto de detalles. Pero la propiedad de los restos del coche siniestro total es algo que las aseguradoras también tienen en cuenta. Así, en las condiciones de tu póliza podrás consultar si, una vez recibida la indemnización, los restos te pertenecen a ti o a la aseguradora.

Si mantienes la propiedad de los restos del coche tras recibir la indemnización, añades un trámite a mayores: deshacerte de ellos. Lo más sencillo es llevar el vehículo a un desguace, donde harán el trámite de darlo de baja para sacarlo de circulación, y te pagarán cierta cantidad por los restos en sí. En el desguace aprovecharán los restos de tu viejo coche para venderlos por separado a talleres y particulares.

En caso de que la aseguradora mantenga la titularidad del coche siniestro, y como te imaginarás, no recibirás nada por la venta de los restos, ya que se considera que quedas resarcido con el pago de la indemnización. Hay casos en los que la aseguradora se hace cargo de llevar el vehículo al desguace, pero es más habitual que los tengas que llevar tú y te descuenten de la indemnización lo que te dé el desguace.

Cuánto me dan por mi coche siniestro: conclusión

Así, vemos que hay muchas posibilidades en cuanto al valor de un coche declarado siniestro total. Entran en juego muchos factores, desde cómo quedó siniestrado hasta la antigüedad del vehículo, pasando por la propia política de la aseguradora. Llegados a este punto, es probable que sigas preguntándote “¿cuánto me dan por mi coche siniestro” ?, pero ahora tienes las pistas necesarias para buscar tu respuesta.

La forma más sencilla de saber cuánto te puede corresponder en caso de pérdida total del vehículo es consultando las condiciones de tu póliza. Mejor todavía, si compruebas esta política en el momento en que contratas tu nuevo seguro, podrás tranquilizarte ante lo que pueda pasar. Nuestro comparador de seguros de coche te permite consultar esta información en todas las tarifas disponibles. Así, en el momento de contratar, podrás elegir el seguro más económico sin renunciar a ninguna cobertura.

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.

Qué cubre un seguro a todo riesgo para tu coche

Después de mucho buscar y comparar, por fin te has decidido por el candidato perfecto para ser tu nuevo coche. Es ideal para ti, tacha todos los requisitos de tu lista y ya cuentas los días que te quedan para ir a recogerlo, recién salido del concesionario. Pero, antes de que eso ocurra, debes contratar un seguro que te proteja correctamente. A tu alrededor hay consenso: un seguro a todo riesgo es lo mejor para un coche nuevo. Pero, antes de tomar la decisión y comprometerte a pagar un todo riesgo, conviene salir de dudas. Al fin y al cabo, ¿cubre de verdad esta modalidad todo lo que pueda pasar? A continuación, vemos qué cubre un seguro a todo riesgo y cuándo te interesa contratarlo.

Qué es un seguro a todo riesgo exactamente

No hace falta que, a estas alturas, te hablemos de que en España es obligatorio contratar un seguro para cualquier coche, independientemente de si va a circular o no. De todas las opciones posibles, el seguro más completo es la modalidad a todo riesgo. Así, te ofrece coberturas por el mínimo legal exigido, pero también de lunas, robo, incendio y todo lo que puede incorporarse a un terceros ampliado. Pero, sin duda, la cobertura más golosa de un seguro a todo riesgo es la de daños propios. Gracias a esta, la reparación de cualquier avería o imperfección que tenga el coche correrá a cargo de tu aseguradora, incluso cuando la hayas producido tú en un siniestro o fuera de él.

Pero, como te puedes imaginar, no todos los seguros son iguales, y no por todos los todo riesgo se paga lo mismo. Como en todas las modalidades, los detalles de las coberturas varían de aseguradora a aseguradora. Por eso, comparar seguros de coche es un paso fundamental a la hora de contratar un seguro, ya que te permite asegurarte de que lo que cubre tu seguro a todo riesgo será exactamente lo que tú necesitas.

De cara a qué cubre un seguro a todo riesgo para tu coche, las coberturas serán como mínimo las que veremos a continuación.

Responsabilidad civil obligatoria y ampliada

La responsabilidad civil es el mínimo obligatorio que debe cubrirte cualquier seguro de coche y, por supuesto, un todo riesgo la incluirá.

Así, la cobertura de Responsabilidad Civil se hará cargo de los daños que sufran los implicados en un siniestro si tú eres el culpable, así como de la reparación del resto de vehículos y otros daños materiales. Así, estarán cubiertos el otro conductor y los pasajeros de su coche, así como los pasajeros de tu coche, y peatones, ciclistas y otras personas que se hayan visto implicadas en el accidente. La parte obligatoria es lo que la ley te obliga a tener, mientras que la ampliada es un complemento que añaden prácticamente todas las aseguradoras.

Seguro del conductor

Mientras que la cobertura de responsabilidad civil se hace cargo de los terceros, el seguro del conductor te paga la asistencia médica cuando eres el responsable de un siniestro. Supone un gran alivio en caso de sufrir un accidente, ya que te permite desentenderte del coste económico de la asistencia médica y centrarte en tu recuperación.

Así, dependiendo del seguro, tendrás cubierto el traslado hospitalario, operaciones, tratamientos, rehabilitación y medicamentos. Además, algunos seguros incorporan aportaciones económicas para adaptar tu casa y contratar asistentes en caso de incapacidad o rehabilitación prolongada. El seguro del conductor también incluye las indemnizaciones por fallecimiento o invalidez permanente.

Lunas, Robo e incendio

Estas tres coberturas son habituales de los Terceros Ampliados, así que por supuesto que también formarán parte del todo riesgo. Así, en líneas generales incluyen:

Asistencia en carretera

Si eres viajero y amante de los roadtrips, esta cobertura te interesa, aunque si solo usas el coche para ir a trabajar también puedes sacarle mucho provecho. La asistencia en viaje incluye los gastos de la grúa y el traslado a un taller en el que reparen tu vehículo accidentado o averiado, y habitualmente también cobertura de pinchazos, reposición de gasolina y otras reparaciones “menores” que ya de por si pueden amargarte el viaje.

La asistencia en carretera en un todo riesgo también suele incluir coche de sustitución, para que puedas terminar tu viaje, o volver al punto de origen. Y, para los casos en los que haya que pernoctar en el área del accidente, incluye gastos de hotel por inmovilización del coche.

Defensa jurídica

Si sufres un siniestro, no es posible presentar parte amistoso y los otros implicados y tu no os ponéis de acuerdo, es posible que llegues a tener que reclamar los daños por la vía judicial. Si se da el caso, la cobertura de defensa jurídica te incluye asistencia legal y financiación de abogados para llevar el caso. Al fin y al cabo, está en el interés de la aseguradora que no seas considerado culpable en un accidente.

Además, es habitual que los seguros a todo riesgo incluyan asesoramiento para reclamar multas y cursos de recuperación de puntos, para el caso de que pierdas tu saldo del carnet y te retiren el permiso.

Cobertura de daños propios

Hemos dejado para el final de la lista de coberturas la de daños propios, precisamente porque es la de mayor interés del seguro a todo riesgo. Así, supone dos grandes ventajas:

  • Tu seguro pagará la reparación de tu coche en los casos en que tú hayas producido los daños. Desde un siniestro en el que seas declarado culpable como un rozón.
  • Si quieres reparar daños o averías sin terceros o actos de vandalismo sin culpable identificado, puedes dar un parte sin culpa y la aseguradora se hará cargo de la reparación.
  • Caída de rayos, granizo o pedrisco.
  • Limpieza de la tapicería si socorres a las víctimas de otro accidente.

Así, casi la totalidad de lo que pueda pasarte está cubierto por el seguro a todo riesgo, gracias a la cobertura de daños propios. Y, si bien algunas de estas coberturas pueden incorporarse a un terceros, muchas otras son exclusivas de esta modalidad, como es el caso de la de daños propios.

¿Con franquicia o sin franquicia?

Una vez te has decantado por asegurar tu coche a todo riesgo, te encuentras con dos grandes opciones. Tienes, por un lado, los todo riesgo a secas, con precios elevados. Por otro lado, te encuentras los todo riesgo con franquicia, que tienen este apellido y unos precios que en algunos casos son hasta tan bajos como un terceros ampliado. ¿Cuál es la diferencia entre el todo riesgo con y sin franquicia, además del precio?

La realidad es que, en cuanto a coberturas, tanto el todo riesgo con franquicia como el sin franquicia te protegerán igual. Sin embargo, en el caso del que tiene franquicia, te verás obligado a pagar una parte de las reparaciones cuando des partes, ya sea con o sin terceros. Esta cantidad será la franquicia, que estará determinada en la póliza del seguro.

Puedes pensar, pues, que el todo riesgo con franquicia es menos ventajoso. Sin embargo, es una gran opción para asegurar vehículos que se mueven poco, y sobre todo para conductores muy cautos y con un historial de siniestros impecable. Si, por el contrario, pasas mucho tiempo en carretera, estadísticamente hablando es más probable que tengas que dar algún parte, por lo que te merecerá la pena el precio más elevado del todo riesgo, a cambio de no tener que pagar la franquicia.

El seguro a todo riesgo lo cubre realmente todo?

Como todos los seguros, el todo riesgo tiene una serie de exclusiones. Estos serían los incidentes y circunstancias que no estarán cubiertos, da igual la modalidad de seguro. Así, entre las más habituales se encuentra conducir borracho o de forma temeraria, tras no haber pagado la renovación del seguro o al conducir por vías no aptas, entre otras.

Además, hay ciertos casos en los que el seguro a todo riesgo también se verá limitado:

  • Accesorios no de serie y no declarados. Evidentemente, si tu seguro no sabe que tienes algo, no estará dispuesto a pagarte su reparación o su sustitución tras un parte.
  • Partes sujetas a desgaste, como neumáticos. Incluso con un seguro a todo riesgo, las aseguradoras no suelen cubrir el valor de nuevo completo de los elementos del coche que casi seguro estaban desgastados en el momento del siniestro.
  • Catástrofes nacionales. En caso de inundación, terremoto, erupción volcánica, terrorismo, accidente nuclear, etc. Los daños del coche los cubrirá el Consorcio de Compensación de Seguros.

Cuándo conviene el seguro a todo riesgo (y cuándo no)

Hemos abierto este post hablando de asegurar un coche nuevo, precisamente porque en estos casos es cuando resulta más recomendable contratar un seguro a todo riesgo. Así, cuando el coche es nuevo, tanto la reparación a cargo de la aseguradora como las indemnizaciones en caso de pérdida total serán más favorables para ti. Y, por supuesto, si tienes la mala suerte de hacerle un rozón a tu vehículo nuevo mientras aparcas, o algún gracioso te lo raya durante la noche, con esta modalidad la reparación estará cubierta, al contrario que con cualquier otra modalidad. De esta forma, el primer daño a tu vehículo no te dolerá tanto, porque tendrá fácil solución.

Sin embargo, debes leer la letra pequeña de tu póliza ya que, pasados unos años desde la compra, aparecerá un concepto nuevo: la indemnización por el valor venal del vehículo. Este es lo que te pagarían por tu coche si lo vendieras en el instante antes de sufrir el accidente y, como ya sabrás, un coche de segunda mano vale menos que uno nuevo. Esto supone que, según se deprecie tu coche, las indemnizaciones que recibirás serán inferiores, progresivamente.

Por tanto, siempre llega un punto en que deja de compensar mantener el seguro del coche a todo riesgo. Esto se deberá a que las indemnizaciones serán menores y, relacionado con esto, a la aseguradora puede resultarle más rentable indemnizarte por pérdida total que pagar la reparación. Así, en la práctica, tu seguro a todo riesgo funcionará como un terceros ampliado, salvo porque pagarás el precio de la modalidad más completa. Por tanto, pasado este tiempo prudencial puedes necesitar plantearte cambiar tu seguro a terceros.

Qué cubre el seguro a todo riesgo: Conclusión

Hasta aquí qué cubre un seguro a todo riesgo para tu coche. Como has visto, es la modalidad más completa, porque tus reparaciones estarán cubiertas en la gran mayoría de los casos. Sin embargo, también suele ser la modalidad más cara. Para que el golpe económico no sea tan fuerte, puedes plantearte contratar un seguro a todo riesgo con franquicia, o evaluar las ventajas de un seguro a terceros para tus circunstancias. Y, como siempre te recordamos, el lugar más cómodo para ello es el Comparador de seguros de CHECK24. Inicia una comparativa y encuentra las mejoras alternativas para tu seguro en menos de cinco minutos.

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.

Seguro contra incendio del coche: ¿Qué queda cubierto?

¿Cuál es la probabilidad real de que tu coche estalle en llamas? La respuesta es: más alto de lo que puedes pensar. Ya sea motivado por un accidente, por avería o por cercanía a otro fuego activo, puedes verte en situación de necesitar que esta cobertura se haga cargo de una reparación. Y, como te puedes imaginar, arreglar un coche calcinado no resulta barato como para pagarlo de tu propio bolsillo. Así que a continuación vemos qué es el seguro contra incendio del coche, qué cubre y te ayudamos a decidir si es esencial para tu próximo seguro.

Como indica su nombre, la cobertura contra incendio del coche cubre los daños que produzca un fuego, tanto cuando el vehículo esté en movimiento como cuando se encuentre estacionado, y no haya un tercero identificado como culpable. Así, el seguro de incendio del coche llegará donde la Responsabilidad Civil no llega, por ejemplo si tú eres culpable del siniestro, o si el fuego se produce por algún motivo diferente a un accidente. Esta garantía suele ser económica para el tomador a la hora de incorporarla al seguro, por lo que resulta interesante frente a la posibilidad de tener que dar un parte por incendio.

Incendio del coche, más habitual de lo que crees

Puedes pensar que eso de un coche incendiado es algo que se ve más en las películas que en la realidad, cuando alguien quiere deshacerse de un vehículo o fingir una desaparición. Sin embargo, que un coche se incendie es algo más probable de lo que podemos imaginar. Solo en el primer semestre de 2019 es incendiaron más de 500 vehículos en España, lo que pone las cosas en perspectiva. 

Al fin y al cabo, partimos de que los coches que funcionan por combustión necesitan que se produzcan pequeñas explosiones controladas en su interior y, de forma normal, pueden llegar a alcanzar temperaturas de más de 100 grados centígrados. ¿Y qué ocurre con los coches eléctricos? Estos también pueden incendiarse si cortocircuitan o tienen algún problema en sus sistemas.

Así, cualquier tipo de vehículo que circula actualmente es susceptible de incendiarse o sufrir una explosión, ya sea tras un accidente o por avería. Además, el fuego puede proceder del interior del vehículo. Un cigarro mal apagado o una botella de cristal caída en un ángulo raro durante un día de sol pueden ser culpables del disgusto de ver tu coche en llamas.

Ante el riesgo, cobertura de incendio del coche

La cobertura de incendio para el coche no es de suscripción obligatoria. En su lugar tú, a la hora de elegir una modalidad de seguro para tu coche u otra, debes considerar si es importante para ti o no. Así, el seguro de incendio está incluido por defecto en los Todo Riesgo con y sin franquicia, por lo que si aseguras tu coche recién comprado con estas modalidades estarás cubierto en este caso. Es en los terceros cuando cabe la duda, ya que el seguro contra incendio del coche es una de las garantías adicionales que se pueden incluir en un Terceros ampliado, pero no la tendrás en un terceros básico.

Cómo funciona el seguro contra incendio del coche

Ya hemos mencionado que el seguro de incendio del coche te cubrirá cuando no haya un tercero identificado como culpable. Entonces, ¿qué supone esto? Principalmente, que esta cobertura te resultará de utilidad si tu coche se prende fuego por un siniestro en el que tú hayas sido culpable. En ese caso, tu cobertura de responsabilidad civil se hará cargo de la reparación del otro implicado, y tu cobertura de incendios arreglará los desperfectos producidos en tu propio coche por el fuego. Además, esta garantía también te cubrirá si el fuego tiene otro motivo diferente a un siniestro, por ejemplo que el incendio de un edificio llegue hasta tu coche aparcado, o porque el fuego proceda del propio vehículo.

Así, en todos estos supuestos tu propio seguro pagará la reparación necesaria tras el fuego. Sin embargo, algunas partes del coche pueden no estar cubiertas por el 100% de su valor, o tener requisitos especiales. Esto supone que, dependiendo de la compañía en la que estés asegurado, las coberturas de los siguientes elementos varíen:

  • Daños en equipajes. En algunos casos, las posesiones que llevaras en el coche en el momento del incendio estarán cubiertas, pero en muchos otros casos no. También puede ser que se les de cobertura, pero solo hasta una cantidad máxima fijada en la póliza.
  • El incendio de ruedas y neumáticos. Lo más probable es que, en el momento del incendio, los neumáticos tuvieran ya cierto desgaste por uso. Por ello lo más habitual es que las aseguradoras consideren la depreciación del neumático, o que incluso los excluyan de la cobertura ante incendios.
  • Partes no fijas y accesorios no declarados. Esta es una exclusión habitual en las coberturas del seguro.
  • Fuegos derivados de actos de terrorismo. Estos quedarán cubiertos por el Consorcio de Compensación de Seguros.

Seguro contra incendio en caso de siniestro total

Otra cosa que te puede pasar es que, tras un incendio, el perito enviado por tu aseguradora determine que tu coche ha quedado siniestro total y no es recuperable. Esto se consideraría pérdida total del vehículo y por ello te corresponde una indemnización. La cuestión es, ¿cuánto te darán?

Ya hemos hablado en otras ocasiones de los conceptos de valor de nuevo y valor venal. En este caso, vuelven a ser muy importantes, ya que en función del que te asignen como indemnización te corresponderá una cantidad u otra. Así, todos sabemos la diferencia entre las indemnizaciones de un Todo riesgo y las de un Tercero, pero también hay grandes diferencias dentro de una misma modalidad de seguro en función de la antigüedad del coche.

Para saber si te pagarán el valor de nuevo, de mercado, o venal por tu coche incendiado debes consultar las condiciones de tu póliza.

Seguro contra incendio del coche: Conclusión

A lo largo de este post hemos visto que la cobertura de incendio es de gran utilidad, ya que llega donde el el seguro de responsabilidad Civil no llega. Sin embargo, y como siempre te recomendamos desde CHECK24, debes revisar la letra pequeña de tu seguro para confirmar que efectivamente estás cubierto en la medida que necesitas.

Y, si quieres cambiar de seguro para tu coche, en CHECK24 puedes filtrar los resultados de tu comparación por coberturas. De esta forma sabrás qué compañías te ofrecen seguro contra incendio para tu coche, y así elegir tu seguro con la tranquilidad de estar protegido ante todo lo que te pueda pasar.

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.

¿Qué cubre el seguro de robo del coche?

Cuando contrataste el seguro del coche y añadiste cobertura de robo, no te planteabas que realmente pudiera ocurrir. Pero la probabilidad cero no existe, y cuando menos te lo esperas puedes verte sin coche porque te lo han robado, o que a tu vehículo le falten las ruedas o los asientos (que, aunque suene extraño, ocurre más de lo que parece). Por suerte también contrataste cobertura en caso de robo de tu vehículo, y respiras con alivio. Si bien que te hayan robado es siempre una complicación entre poner denuncia y comprar un coche nuevo, por lo menos no te quedarás con las manos vacías. Pero, ¿exactamente qué cubre el seguro de robo del coche? A continuación, vemos qué te corresponde en caso de robo en todas las posibilidades.  

La cobertura en caso de robo del coche está incluida en los seguros a todo riesgo, aunque también puede añadirse como cobertura adicional en muchos seguros a terceros junto con el seguro ante incendio. Así, te garantiza una indemnización en caso de que te roben el coche o alguna de sus partes. Sin embargo, no todos los casos ni todos los accesorios están cubiertos. Hay una serie de conceptos que debes tener en cuenta antes de confiarte acerca de tu seguro de robo del coche.

¿Robo o hurto?

La primera diferencia que hay que entender es entre robo y hurto. Aunque normalmente usemos estas dos palabras de forma intercambiable, significan cosas diferentes. Así, poniéndonos técnicos, llamaremos robo a la sustracción usando la fuerza, mientras que será hurto cuando no se use.

¿Y cómo influye esto en mi seguro? La respuesta es que, en muchos casos, el seguro del coche no cubre el hurto.

Así, si tienes la mala suerte de que se te caigan las llaves y una persona de pocos escrúpulos identifique tu coche y se lo lleve; o de dejar el coche en marcha solo un segundo porque vas a recoger algo y al volver no encontrarlo, lo ocurrido será hurto y tu aseguradora puede no indemnizarte.

Ocurriría diferente si, para llevarse tu coche, han intentado forzar la cerradura, reventado un cristal y finalmente hecho un puente. En ese caso, habrán necesitado ejercer violencia y dañar el coche, por lo que será un robo en toda regla y, mientras tengas cobertura de robo en tu seguro, recibirás indemnización.

¿Cómo sé si mi seguro cubre el hurto?

Debes leer la letra pequeña de tu póliza para saber si el seguro de robo que has contratado incluye también el hurto. Lo mejor es consultarlo en el momento de contratar, pero nunca es tarde para revisar las coberturas de tu seguro.

Si usas el comparador de seguros de CHECK24 a la hora de contratar un nuevo seguro de coche, comprobar si la compañía que te interesa te cubre en caso de hurto es muy sencillo. Para cada compañía, podrás consultar los detalles sobre coberturas ampliadas, donde verás la cobertura ante hurto para el presupuesto que te ofrecen. Si a su lado hay un indicador verde, eso querrá decir que efectivamente tendrás esa cobertura. También puedes comparar aseguradoras entre sí una vez estas te hayan devuelto precios y fijarte solo en las diferencias entre ellas.

Niveles del seguro de robo del coche

Una vez aclarada la diferencia entre robo y hurto y que hayas comprobado que, efectivamente, estás cubierto en esta situación, vemos qué tienes cubierto en cada posible caso.

Cobertura ante robo total del coche

Esto es en lo que probablemente todos pensemos ante la idea de “seguro de robo”: has ido a recoger tu coche y no estaba donde lo habías dejado. En este caso, la aseguradora pagará una indemnización, igual que si el coche hubiera sufrido un accidente y hubiera quedado siniestro total. Al fin y al cabo, en los dos casos estamos hablando de una pérdida total del vehículo, puesto que ya no dispones de él.

En cuanto a la cantidad que te corresponde, la aseguradora la irá variando en función de la antigüedad del coche. Así, en los primeros años desde la primera matriculación suelen pagar el valor de nuevo. Una vez pasado el tiempo, te ofrecerán el valor venal, que es el precio que recibirías por vender el vehículo el instante antes del robo, menos impuestos.

Cobertura por robo parcial

Con robo parcial nos referimos a la cobertura que te protege si tu coche está donde lo habías dejado, pero le faltan partes. Tal vez se han llevado las ruedas, o al intentar arrancar ves que falta la batería, alguna pieza o accesorio… Si esto ocurre, tu aseguradora puede ofrecerte varias opciones, en función de las condiciones de tu seguro:

  • Que te indemnicen por el valor total de los accesorios. Esta es la opción más favorable para el asegurado.
  • Pago de indemnización sujeta a depreciación. Esto es habitual en el caso de los neumáticos, ya que sufren desgaste constante y no valdrán lo mismo después de su uso, aunque sea solo tras unos días.
  • Indemnización con cantidad límite. Te pagarán por las partes que le falten al vehículo, pero solo hasta llegar a la cantidad máxima.

Es importante tener en cuenta que, para que se apliquen estas coberturas, los accesorios deben estar en el coche de serie o, en su defecto, haber sido declarados en la póliza. Si no, la aseguradora asumirá que estás intentando recibir indemnización por algo que no tenías, ¡así que no te la juegues!

Cobertura en otros supuestos

Las condiciones específicas de tu aseguradora pueden ofrecerte coberturas para situaciones especiales, como las siguientes:

  • Intento de robo. Es decir, que intenten robarte, pero no lo consigan, y te dejen una avería por el camino. Si tienes esta cobertura, la aseguradora se hará cargo del arreglo.
  • Cobertura de los equipajes y objetos personales que hayan sido sustraídos del vehículo.

Y, como ocurre con otras coberturas, la cobertura de robo de tu coche no se aplicará si hay otra cobertura que se refiera al mismo concepto. Por ejemplo, si tienes cobertura de lunas, el seguro ante robo no te arreglará los cristales rotos.

¿Y si mi coche aparece?

Aunque parezca improbable, recuperar el coche robado es bastante habitual, aunque supone una complicación de cara a los trámites del seguro.

Es posible que, si te roban el coche, este aparezca unos días después porque los ladrones lo hayan abandonado una vez se ha quedado sin combustible. Seguro que esto te alegra porque ya no tendrás que complicarte para comprar otro coche, pero hay una cosa que debes tener en cuenta: tras el robo, el coche ya no es tuyo. Al cobrar la indemnización por pérdida total del vehículo, es más que probable que le hayas cedido la propiedad a la aseguradora. ¿Y ahora, qué?

Debido a la frecuencia en que esto ocurre, muchas aseguradoras permiten recuperar el vehículo, previa devolución de la indemnización. En ese momento, el coche pasará a considerarse accidentado en vez de robado, y la aseguradora procederá a reparar los daños que haya sufrido.

Conclusión

El seguro de robo del coche supone mucha tranquilidad, ya que gracias a él no te quedarás con las manos vacías si te ves en esta situación. Sin embargo, y como siempre te recordamos desde CHECK24, debes comprobar cómo funciona la cobertura de robo en tu póliza concreta para evitar disgustos adicionales.

Y, si no estás conforme con tus condiciones actuales y quieres cambiar de seguro, el comparador de seguros de CHECK24 te permite conocer hasta la última cobertura antes de contratar, y siempre encontrar el seguro que mejor se ajusta a tus necesidades sin pagar de más.

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.

Cobertura de accidentes del conductor en el seguro del coche

Al contratar un seguro de coche obtenemos la tranquilidad de saber que, en caso de siniestro, los gastos que suponga estarán cubiertos si somos culpables. Nuestro seguro de responsabilidad civil se hará cargo de la reparación del resto de vehículos accidentados, de la asistencia sanitaria de las personas implicadas y de cualquier otro arreglo que sea necesario. Sin embargo, algo que no solemos considerar al pensar en qué pasaría si sufriéramos un accidente de coche son las secuelas físicas que puede producirnos a nosotros mismos. Y, si bien el coste económico de una situación como esta debe tenerse en cuenta, en ningún caso debemos dejar de lado nuestra propia salud e integridad física.

Por suerte, las aseguradoras también tienen esta cuestión en cuenta, y por ello incluyen la cobertura de accidentes del conductor en la gran mayoría de modalidades de seguro. A continuación, repasamos qué incluye este seguro tan esencial y cómo nos beneficia.

Qué es la cobertura de accidentes del conductor

La cobertura de accidentes del conductor, o seguro del conductor, garantiza que el conductor asegurado recibirá una compensación económica si sufre daños físicos que deban ser tratados, así como en caso de invalidez o fallecimiento. Hoy en día, esta cobertura está incluida en la mayor parte de seguros de coche independientemente de la modalidad, debido a la importancia que tiene.

Qué es la cobertura de accidentes del conductor

La duda inicial acerca de esta cobertura es si nos cubrirá si resultamos culpables en el accidente. Pero, de hecho, es precisamente en los casos en los que somos parte culpable cuando la cobertura de accidentes del conductor entrará en funcionamiento, puesto que nuestra asistencia sanitaria es precisamente lo que no quedaría cubierto por un seguro de responsabilidad civil básico.

Para ponernos en situación: Imagina que has sufrido un accidente en un cruce sin visibilidad en una carretera nacional. Un testigo, al ver el choque tan aparatoso, ha llamado a la policía y estos han declarado que el culpable del choque has sido tú, porque no tenías prioridad. Después del shock inicial por el accidente, al oír el contenido del atestado te llenas de preocupación. De forma inmediata y para no pensar en lo ocurrido, tu cabeza va a que te subirá el precio del seguro. Pero, cuando vas calmando los nervios, te das cuenta de que sientes dolor, y tus preocupaciones van a un lugar completamente diferente, porque te han contado que la sanidad pública no cubre los accidentes de tráfico.

Sin embargo, cuando llegue la ambulancia te atenderán sin ningún problema a ti y a tu acompañante, al igual que ocurrirá en el hospital. Aunque en tu cabeza se reproduce alguna película que has visto, en la que el protagonista no puede hacerse cargo de las facturas del médico, eso no te ocurre a ti. Eso es porque estás cubierto por el seguro de accidentes del conductor.

Así, vemos que el seguro de accidentes se hará cargo de la asistencia sanitaria y posterior rehabilitación que recibas tras sufrir un accidente. También pagará una indemnización, a ti o a otro beneficiario, en caso de que el daño sufrido sea grave y tenga consecuencias permanentes.

Seguro de accidentes si doy el parte sin culpa

En caso de que no seamos culpables del accidente, se nos considerará terceros en el siniestro. En este caso, la cobertura de accidentes del conductor no se aplicará, ya que estamos cubiertos por la cobertura de responsabilidad civil. Recordamos que el seguro de responsabilidad civil es de suscripción obligatoria, y se hará cargo de los daños sufridos por todos los implicados en un accidente, excepto el conductor culpable.

¿Y mis acompañantes?

Si sufres un accidente, los pasajeros del coche culpable estarán cubiertos por el seguro de responsabilidad civil, ya que en este caso se les considera “terceros”. Sin embargo, puede haber una excepción a esto: en muchos casos el seguro de responsabilidad civil no cubre a familiares del culpable hasta tercer grado de consanguinidad. Las aseguradoras tienen esta política para evitar el fraude. Pero, de la misma forma, también en muchas ocasiones la cobertura de accidentes del conductor incluye también a cónyuges y familiares directos.

Por este motivo, debes revisar en las condiciones de tu seguro y en todas las condiciones particulares si también están cubiertos familiares, cónyuge y cualquier otra persona que pueda verse excluida, como por ejemplo otras figuras de la póliza.

Excepciones

Como es habitual, esta cobertura tiene una serie de excepciones. Entre ellas:

  • Si tienes un accidente a posta, porque quieras cobrar las indemnizaciones de tu seguro o porque quieras deshacerte de tu coche. Tu aseguradora mandará a un perito para confirmar que, efectivamente, estás intentando cometer fraude. No solo no te pagarán indemnización, sino que puedes tener problemas legales.
  • En caso de coche robado. Si te roban el coche y el ladrón se choca en la huida, él no estará cubierto por el seguro de accidentes y no recibirá una indemnización de tu seguro.
  • Si estás cometiendo ilegalidades. Obviamente si conduces sin carnet (porque todavía no te lo has sacado o porque te lo han quitado después de muchas multas), pero también si se te ha pasado la fecha de la ITV o has tomado alcohol o drogas y no estabas en condiciones para conducir.

Qué incluye la cobertura de accidentes del conductor

Ya hemos visto de forma resumida qué incluye la cobertura de accidentes del conductor. A continuación, vamos a verlas con más detalle.

Asistencia sanitaria

La aseguradora se hará cargo de los gastos médicos necesarios para tu recuperación. Esto incluye los días de hospitalización, las pruebas, los tratamientos, las cirugías, los medicamentos y los traslados al hospital y entre instituciones médicas. En algunos casos también cubrirá prótesis y elementos externos. Habitualmente no hay una cantidad máxima para esta asistencia, pero la aseguradora puede establecer un límite temporal.

También pueden aparecer condiciones, como asistencia solo en centros concertados por la aseguradora, o ventajas en caso de acudir a estos.

Indemnización por invalidez permanente

Si la recuperación completa resulta imposible, la cobertura de accidente del conductor también pagará una indemnización por invalidez. La cantidad recibida deberá estar fijada en la póliza, aunque es habitual que las aseguradoras establezcan un baremo en función del grado de discapacidad. De esta forma, para una invalidez parcial, el beneficiario recibirá un porcentaje de la posible indemnización máxima.

Así, si revisas las condiciones de tu seguro verás el baremo para esta indemnización, que detalla incluso qué porcentaje te corresponde si pierdes una oreja o un dedo del pie.

Indemnización por fallecimiento

Cuando la gravedad del accidente supone el fallecimiento del conductor, o cualquiera de las personas cubiertas por el seguro de accidentes, el beneficiario indicado en el contrato del seguro recibirá una indemnización económica.

Al igual que el resto de indemnizaciones, las cuantías a recibir deben estar indicadas en las condiciones del seguro.

Otras coberturas

Dependiendo de la compañía y de las condiciones que nos ofrezca, el seguro de accidentes del conductor puede incluir otras garantías. Entre las posibilidades más habituales encontramos:

  • Indemnización por invalidez temporal durante el periodo que dure esta.
  • Cantidades dedicadas a adaptar nuestro vehículo y nuestra vivienda en caso de discapacidad producida por el accidente.
  • Cuantías destinadas a pagar un asistente personal, si tras el accidente perdemos la capacidad de hacer ciertas tareas por uno mismo.
  • Indemnización adicional para los hijos del asegurado, en caso de que tanto este como su cónyuge fallezcan en el mismo accidente de coche y uno de ellos fuera al volante.
  • Habitualmente el seguro de accidentes del conductor va asociado a coberturas de defensa jurídica y ante pérdida de carnet.

Conclusión

Así, vemos cómo de esencial resulta la cobertura de accidentes del conductor. En caso de accidente de tráfico grave, la asistencia médica y posterior rehabilitación pueden resultar costosas y prolongadas en el tiempo. Por tanto, esta cobertura debería encontrarse entre nuestras indispensables al comparar y contratar un nuevo seguro. Además, debemos revisar al detalle qué incluye y qué cantidades nos garantiza.

Para comparar el seguro de accidentes del conductor entre aseguradoras, y cualquier otra cobertura, el comparador de CHECK24 permite filtrar los resultados de la comparación en función de sus coberturas incluidas. Además, con la función de mostrar solo diferencias, permite ver al detalle qué varía entre una y otra aseguradora y no llevarnos sorpresas una vez hemos contratado.

Comparar seguros es la manera más cómoda, rápida y barata de encontrar el seguro que más se adapte a tus necesidades. A través del comparador de CHECK24 podrás realizar toda esta gestión de forma fácil y cómoda. Aprovecha y revisa el precio de la póliza de tu coche y, ¡empieza a ahorrar!

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.

Cobertura de responsabilidad civil en el seguro del coche

A la hora de elegir el mejor seguro para nuestro coche, podemos ver el concepto de seguro de responsabilidad civil o cobertura de responsabilidad civil. A veces incluso puede usarse como sinónimo del seguro a terceros, y podemos pensar que son lo mismo, pero no tiene por qué. En realidad, la cobertura de responsabilidad civil es una parte elemental de los seguros de coche, hasta el punto de que es obligatoria. En este post vemos qué es esta cobertura tan esencial y cómo funciona.

Qué es la cobertura de responsabilidad civil

El seguro con cobertura de responsabilidad civil cubre los daños sufridos por terceros en caso de que ocurra un accidente de tráfico y el conductor asegurado sea el culpable. Esta cobertura es obligatoria para circular, de forma que si tienes un accidente porque has hecho un giro sin mirar y venía otro coche, o te has despistado y no has respetado la prioridad, tu seguro pagará el arreglo del otro vehículo por ti.

La cobertura de responsabilidad civil se divide en dos partes. Cada una se refiere a un tipo de daño, y la cuantía máxima que cubre es diferente para cada una:

  • Cobertura de daños personales. Se refiere al daño de las personas, como el conductor del otro vehículo implicado en el accidente, todos los pasajeros, peatones, etc. Excluye siempre al conductor culpable. La cuantía máxima para cubrir estos daños será de 70 millones de euros por accidente.
  • Cobertura de daños materiales. Son los daños sufridos por el vehículo y por otros elementos como viviendas, mobiliario urbano, etc. Así, si en el accidente se derriba una valla, por ejemplo, también estará cubierta. En este caso, la cuantía máxima será de 15 millones de euros por siniestro.

Hablamos de cuantías máximas porque el límite superior para la cobertura de este tipo de daños está fijado en la Ley sobre Responsabilidad Civil y seguro en la circulación de vehículos a motor. Así, la aseguradora podría ofrecer una cobertura de menos dinero, pero sería algo raro que no se suele hacer, porque haría a la compañía menos competitiva frente al resto.

Multas por no tener seguro de responsabilidad civil

Ya hemos dicho que tener seguro de responsabilidad civil es obligatorio. Así, es un requisito indispensable no solo para circular, sino para tener el coche en general. Así, incumplirlo supone multas de entre 601 y 3.005 euros.

Por otro lado, las autoridades inmovilizarán cualquier vehículo sin seguro y prohibirán que circule hasta que se resuelva su situación. Esto puede suponer incluso que la grúa retire nuestro coche. Así, no solo tendríamos que pagar la multa y un seguro para poder mover el coche (que además, teniendo en cuenta que lo estamos eligiendo con urgencia y sin tiempo para informarnos y comparar, no será el seguro que mejor se ajuste a nosotros). Además de este mal trago, también habrá que pagar los gastos de traslado y custodia del depósito de la grúa.

Vemos, pues, que las consecuencias de circular sin seguro de coche son graves, tanto para nuestra economía como porque suponen no disponer de nuestro coche. Por otro lado, pero no menos importante, no tener por lo menos seguro de responsabilidad civil significa que, si provocamos un accidente, aunque sea de forma involuntaria, tendríamos que pagar de nuestro propio bolsillo la reparación y la asistencia sanitaria del contrario, que no suele ser algo barato.

En conjunto, no contar por lo menos con cobertura de responsabilidad civil tiene gravísimas consecuencias, y en este caso la multa es lo de menos. El seguro básico evita todos estos imprevistos, y habitualmente es ampliado en las condiciones generales de las aseguradoras, como veremos en seguida.

Responsabilidad civil obligatoria y Responsabilidad civil voluntaria

Dentro de la cobertura de responsabilidad civil, existen dos niveles: la responsabilidad civil obligatoria y la responsabilidad civil voluntaria.

Hace unos años, la cantidad que se ofrecía como responsabilidad civil obligatoria era muy inferior a la actual, y era insuficiente para hacerse cargo de todos los gastos derivados de un accidente. Así, las aseguradoras comenzaron a ofrecer la responsabilidad civil voluntaria, que complementa la obligatoria.

Aunque hoy en día las cantidades máximas de la responsabilidad civil obligatoria suelen ser suficientes, la gran mayoría de las compañías de seguros siguen ofreciendo una cobertura de responsabilidad civil voluntaria. La cifra de esta suele encontrarse en torno a los 50 millones de euros, y puede incluso cubrir supuestos adicionales. Sin embargo, su carácter de responsabilidad civil hace que solo cubra los daños a terceros.

Cómo funciona la responsabilidad civil en el seguro del coche

El seguro de responsabilidad civil entra en funcionamiento cuando se da un parte de siniestro a la compañía aseguradora, o las autoridades realizan un atestado en caso de que no haya acuerdo en cuanto a quién es culpable del accidente. De cara a la cobertura de responsabilidad civil, la culpabilidad del accidente es muy importante, ya que el seguro del responsable se hará cargo de los daños sufridos por el otro.

Pongamos un ejemplo: Vas conduciendo y otro coche entra en un cruce sin visibilidad a la vez que tú. Tenéis un choque frontal, que por suerte es leve porque ambos ibais despacio. Sin embargo, el morro de los dos coches está abollado, e incluso el faro de alguien se ha roto porque veis cristales en el suelo. A partir de aquí todo es confusión, porque los dos estáis enfadados, o disgustados, y pensando en el papeleo del seguro y en que esto es un problema.

En este punto, tenéis dos opciones: podéis serenaros después de la impresión del choque y hablar de lo que ha ocurrido hasta decidir quién tenía prioridad en este caso concreto. Entonces rellenaréis un parte amistoso de accidentes y el asunto será cosa de las aseguradoras.

También puede ser que no os pongáis de acuerdo, tal vez porque recordáis el reglamento de circulación de forma diferente, o puede ser las versiones de lo ocurrido no coinciden. En este segundo caso no hay que dejar que los nervios se adueñen de nadie, y en su lugar llamar a las autoridades para que redacten un atestado, que también pasará a manos del seguro.

Sea quien sea el culpable, su aseguradora enviará un perito que valore los daños, tanto del lugar como de los vehículos. Con el informe del perito, la compañía calculará cuánto cuesta el arreglo y la cobertura sanitaria si es necesaria.

El interés del seguro de responsabilidad civil será, pues, que el conductor culpable, seas tú o sea el contrario, no tendrá que hacer frente al pago del arreglo del otro. Sí tendrá que pagar su propio arreglo, a no ser que tenga seguro a todo riesgo.

Aun así, el hecho de haber provocado un siniestro puede tener consecuencias para el culpable. Además de recibir alguna multa si se ha infringido la ley derivado del siniestro, la siguiente anualidad del seguro puede tener un precio más elevado, debido al sistema de bonificación de las aseguradoras.

¿La cobertura de responsabilidad civil cubre siempre?

Como la mayor parte de coberturas en un seguro de coche, la de responsabilidad civil no es ni ilimitada ni incondicional. Así, además de los límites en las cuantías que hemos visto antes, hay una serie de situaciones en las que el seguro no se hará cargo de los gastos derivados del siniestro:

  • Si el tercero afectado es familiar del conductor culpable, hasta en tercer grado de consanguinidad, o también figura en la póliza. La aseguradora puede considerar que el parentesco es indicador de intento de fraude al seguro y se cubrirá las espaldas.
  • Cuando el accidente se haya debido a una infracción de tráfico. Debemos cumplir siempre el código de circulación.
  • En casos en los que se esté infringiendo la ley de forma flagrante, más allá de las normas de tráfico. Por ejemplo, al conducir bajo los efectos de alcohol o drogas, al tratarse de un coche robado, o al conducir sin carnet. En estos casos no estaremos cumpliendo con nuestras obligaciones de asegurados, y por tanto se limitará la cobertura.

Conclusión

Así, la cobertura de responsabilidad civil es la básica y obligatoria para todos los conductores. Nos garantiza que los gastos de los que seamos responsables en caso de accidente estarán cubiertos, pero sus ventajas terminan ahí. Por eso es habitual dar el salto al seguro a terceros ampliado u otras modalidades más completas. Sin embargo, la decisión sobre qué modalidad de seguro elegir es completamente personal.  

Tanto si consideras que la cobertura de responsabilidad civil es suficiente para asegurar tu coche, como si quieres considerar otra modalidad de seguro o alguna cobertura adicional, el comparador de seguros de coche de CHECK24 es la herramienta perfecta.

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Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.